-¿¿Ehh?? ¿Qué haces tú aquí? –Dijo ella de forma exaltada.
Pues, nada que estaba dando un paseo, y me he pasado por aquí, a ver si por casualidad te veía. –Dijo él como si lo tuviera muy pensado.
-Ah, pues ya me has visto, ¿no? ¿Ahora qué? –Dijo ella mientras se ruborizaba.
Pues, sinceramente, no sé. La verdad, aunque no te lo creas todo ésto lo tenía muy pensado, pero no me acuerdo de nada… Era cierto todo lo que me dijiste aquella noche en el teléfono. ¿Era cierto que soñaste con mi número, que te gusto?
-Pues… sí soñé con tu número, y en mi sueño también teníamos algo. Y si me preguntas si me gustas, pues también es verdad, supongo que ya no te lo puedo ocultar.
Tú a mí también me gustas, desde hace mucho tiempo. Te acuerdas de aquella vez que te lo dije, ¿verdad? Pues a pesar de tu rechazo, me seguiste gustando, no he podido quitarte de mi mente.
-Quiero pedirte perdón… porque aunque te rechacé tú me gustabas, pero como nos veíamos poco, no me atrevía a decirte la verdad. –Contó ella a modo de disculpa.
¿Y ahora? ¿Te apetece que nos veamos más? Pero no como amigos, sino como pareja. Como la pareja que siempre hemos querido ser, y nunca hemos sido. Los sueños que hemos tenido, han sido por algo, sobre todo porque los dos hemos soñado algo parecido, y con los números de teléfono.
-Si te soy sincera, yo no soñé con tú número, como tú hiciste con el mío. Yo pedí tú número, pero como no sabía cómo iba a hacer para llamarte, me inventé que lo soñé; pero lo que sí me sorprendió fue que tú soñaste con el mío.
Ya me parecía a mi mucha casualidad, pero da igual cómo consiguieses mi número, me da igual todo, porque por lo menos lo has conseguido, por una vía o por otra. ¿Entonces podremos vernos más veces? Y no como en este tiempo.
-Podremos, podremos…
Muchas gracias, llevo una época en la que mi vida ha sido un caos, un verdadero caos. Espero que ahora a tu lado todo mejore.
-Mejorará, te lo prometo. Quiero pedirte algo, espero que accedas, por favor dame un beso. Dame el beso que siempre he soñado, ese dulce beso de tu boca, que me diga, que por fin estamos juntos… –Le pidió ella, mientras él la besaba suavemente.
Dejé vencer mi alma, y por fin viviré en paz... En este Dulce Rincón, con esta Pena Vencida.
Adiós La Dulce Pena. Adiós El Rincón de Los Vencidos. Todo tiene un principio, un fin y un motivo por el que existir: Este Rincón ya encontró el suyo, ahora es hora de delegar en La Piel de Una Promesa.
20 septiembre 2007
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1 Vencidos:
Hola wapo, aqui estoy de nuevo a petición tuya, pues la verdad que la otra novela que me enviaste me gusto muchisimo más, esta no tiene la misma gracia y sentimiento que la otra, ya te he dicho que lo de los móviles no me ha gustado porque esas tecnologías en una novela, nose, no pega mucho y sobre todo si se centra nada más en ello, espero que no te molestes por mi opinión pero solo intento ser sincera. Bueno xulo espero que sigas escribiendo que yo siempre que me pidas te comentare :P MXOS BSS
Véncete a Las Palabras