Dejé vencer mi alma, y por fin viviré en paz... En este Dulce Rincón, con esta Pena Vencida. Adiós La Dulce Pena. Adiós El Rincón de Los Vencidos. Todo tiene un principio, un fin y un motivo por el que existir: Este Rincón ya encontró el suyo, ahora es hora de delegar en La Piel de Una Promesa.
La Piel de Una Promesa

Vas por la calle...

07 septiembre 2007

Vas por la calle, pensando en tus cosas, fijándote en las demás personas, en los estilos de ropas que llevan y en los grupos urbanos en los que los clasificarías. Estos para punkys, estos pijos, aquellas, intentos de new-pijos. Y este, este con estas pintas, casi, casi mejor no clasificarlo.
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Pero de repente, miras a los ojos a las personas, para intentar disimular que los estás clasificando. Y una persona, te devuelve la mirada y sonrie. Te quedas paralizado pensando en que estará pensando esa persona y porque te sonrie. ¿Quizás te ha clasificado antes que tú a ella? ¿Quizás te conocía de antes? ¿Quizás se haya acordado del chiste que le contó el primo el fin de semana pasado? Quizás...
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Y cuando por fin comprendes que no vas a adivinar porque lo ha hecho, y quieres devolvérsela, resulta que ya no está y le sonries a un desconocido. Y todo vuelve a empezar...