Deseos, que ya no son deseos

Si pudiera rozar tus labios por un sólo instante ya sería feliz...

Desesperación

Siempre me he sentido como si llevara un peso a mis espaldas, que tras cada fallo, o tras cada mal actuación este peso se hacía más y más grande. Pero no sin dificultad, siempre pude hacerme cargo y seguir trasportándolo. Pero poco a poco, este peso ha ido haciéndose cada vez mayor, hasta el punto en que no puedo siquiera avanzar un paso.
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Ahora llegado este punto tengo dos opciones, dejar el peso, y seguir hacia delante como si nada. Olvidar todo lo que he aprendido, y todo lo que he conseguido con e esfuerzo. O por el contrario, esperar, intentar hacerme fuerte, avanzar poco a poco, tan poco a poco que ni se note.
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Como nunca me han gustado los caminos fáciles, y no quiero olvidar lo que con tanto esfuerzo logré voy a avanzar con el peso, voy a avanzar aún sabiendo que cometeré más errores que fuerza lograré obtener. Pero, aún así, seguiré hacia delante. Pues, la verdad y haciendo alusión a una frase que leí alguna vez: “No hay nada peor que el olvido”.
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Y si me pongo a pensar, me doy cuenta de todo lo que he olvidado y no quise, de todas las lecciones que me dio la vida, de las cuales creí aprender algo, y sin embargo, ahora que estoy sin fuerzas me doy cuenta de que lo único que hice fue olvidar cosas, y cuando yo creí que aprendía, sólo borré recuerdos, sólo sustituí vivencias, unas por otras.
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Una moneda de pago, tal vez demasiado cara, pero la única moneda si quería seguir adelante, la única moneda si quería vivir, si quería llegar hasta ti, y ayudarte a llevar tu peso, pero en aquel momento estaba dispuesto a correr ese riesgo, y cualquier otro. Me daba todo igual, sólo necesitaba estar a tu lado.

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¿Y ahora qué? Ahora que ya tú no estás más a mi lado, ahora que sé que no no vamos a ver hasta dentro de mucho tiempo, o que quizás nunca nos volvamos a ver. ¿Qué es lo que debo hacer, elegir el camino fácil para poder correr detrás de ti, o seguir con este peso y olvidarte?Me estoy hundiendo en esta tierra, sin saber si dar un paso o tirar la piedra... Te Necesito

Quimera y Belerofonte

Esta vez sin permiso, he decidico plagiar un nick del MSN, y escribir un poco sobre él, el nick es de Xío: Sigue siendo mi Quimera... pero lo que no sabe es que yo ya me convertí en Belerofonte... Espero que no le moleste...
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Belerofonte, no siempre se llamó así, hubo un tiempo en el que se llamaba, Iponoo, pero recibió el cambio de nombre tras matar a su hermano. Tras esto decidió matar a Tirinto, para purificar su error, pero tras varias aventuras (que no cuento, pues no es el fin de esta entrada), le fue encomendado matar a Quimera, la cual ya había sido asesina de muchos otros héroes.
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Pero, Belerofonte, recibió la ayuda de Atenea, le entregó unas bridas de oro para domar al caballo alado, Pegaso. Cuando logró colocárselas montado en él, se decidió ir a por Quimera. Esta escupía fuego por la boca, pero gracias a la ayuda de Pegaso, pudo escapar de todos sus ataques, y pudo tirarle una lanza con la punta de plomo dentro de la boca de Quimera, esta con su fuego derritió el plomo, y al descender por su gargante fue quemando todos sus órganos hasta que murió.
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Esa es la historia de Quimera y Belerofonte, pero como muchos de nosotros sabemos, una quimera también puede ser un sueño imposible de realizar, o un deseo que no se cumplirá. Y bueno, al decir Belerofonte en la frase querría decir -a mi parecer- que ese sueño va a dejar de existir. Pero, yo pienso, ¿si olvidamos los sueños que nos queda?
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Es cierto que los sueños nos hieren, es cierto, que deseamos muchas cosas, y que casi ninguna llega a cumplirse, pero aún así, aún a pesar del dolor, es bueno soñar, y tener un motivo por el que seguir adelante, y luchar...
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PD: El dibujo lo encontré por google, y para los que quiera más información sobre Quimera y Belerofonte, un link con info:
http://www.vidasdefuego.com/mit_belerofonte.htm

No Más Dudas...

Estábamos tú y yo en una habitación, pero tú estabas un poco cambiada, no eras como eres en "la realidad". Estabas como yo quiero que seas, estabas a mi gusto... Aún sigo sin comprender porque estábamos los dos solos en esa habitación.

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Pero de repente nos fuimos a otra, allí había un familiar tuyo, tumbado en una cama, parecía que estuviese enfermo, o quizás agonizando. Volvimos a aquella habitación tan extraña en la que te ví por primera vez. Sin saber muy bien porqué en un instante tus labios estaban rozando los míos. Nos besábamos, por fin se estaba haciendo mi sueño realidad...

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Aunque fuese mi sueño, fue frío, sabía que era por obligación, no querías darme el beso, ambos teníamos vidas separadas y ese beso no podría romper todos los pilares que nos separaban. Volvimos a la habitación donde estaba tu familiar, no mencionamos palabra desde que nos besamos.

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Entonces yo me fuí de allí, pero antes de que pudiera borrar el recuerdo de tu sabor, el olor de tu piel, volví. Esta vez, el beso fue más apasionado, podía sentir como querías derribar los pilares, pero no era posible... Quise gritar, quise llorar, quise hacerte mía. Pero todo fue inútil.

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Y mientras tanto llegaba el momento de la despedida. Sabía que no podía estar más tiempo allí, pero también sabía que si me iba, esta vez, posiblemente sería para siempre, no podía irme y dejarte allí. En un intento desesperado de poder volver a verte, te pedí tu número de móvil, no querías dármelo, y no sé cual era la razón.

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Al final acabaste cediendo, en ese instante sentí que aunque marchase de allí, siempre podría volver a verte, siempre podría volver a tu lado, pero de repente comprendí que no todo era tan fácil me desperté del sueño. En mi mente rondaba un número de móvil, durante unos instantes dudé si debía apuntarlo o no. Pero cuando me decidí a hacerlo, ya era demasiado tarde, las tres ultimas cifras habían desaparecido de mi mente.

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Intenté volver a dormir, pero no pude, no podía siquiera recordar el número de mi sueño. Todo era inútil, y otra vez más por culpa de la duda dejé escapar un sueño, un sueño que quizás nunca hubiera sido real, pero quizás sí...

Necesito Tenerte

Estoy triste, decaido;

He pasado un mal día,

Quizás no haya sido sólo un mal día,

Halla sido toda una mala vida...

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Quien sabe, quien sabe el motivo

Por el que estoy condenado

A este triste final...

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Por eso, hoy más que nunca

Necesito tenerte, necesito

Rozar tus labios, sentir el calor.

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Y poder escuchar por un instante

Que siempre estarás a mi lado;

Que siempre me amarás...

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Me da igual la mentira, me da igual el dolor

Pues este dolor es mayor que la mentira.

El Guerrero de La Luz y Sus Contradicciones (I)

Texto original de Paulo Coelho.

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Amor y Combate

El guerrero de la luz a veces lucha contra aquel a quien ama.

Aprendió que el silencio significa el equilibrio absoluto del cuerpo, del espíritu y del alma. El hombre que preserva su unidad jamás será dominado por las tempestades de la existencia; tiene fuerzas para superar las dificultades y seguir adelante.

Sin embargo, muchas veces se siente desafiado por aquellos a quienes intenta enseñar el arte de la espada. Sus discípulos lo incitan al combate. Y el guerrero demuestra su capacidad: con unos golpes, lanza las armas de los alumnos a tierra, y vuelve la armonía al lugar donde se reúnen.

-¿Por qué haces eso si eres tan superior? -preguntó un viajero.

-Porque, de esa forma mantengo el diálogo -responde el guerrero.

Soledad y Dependecia

Un guerrero, cuando sufre una injusticia, generalmente busca la soledad, para no mostrar su dolor a los demás.
Es un comportamiento bueno y malo a la vez. Una cosa es dejar que tu corazón cure lentamente sus heridas. Otra, meditar profundamente todo el día, con miedo a parecer débil.
Dentro de cada uno de nosotros existe un ángel y un demonio, y su s voces son parecidas. Ante la dificultad, el demonio se alimenta de esta conversación solitaria, intentando demostrar lo vulnerables que somos. El ángel necesita de la boca de otra persona para manifestarse.

Prisa y Paciencia
Un guerrero de la luz necesita al mismo tiempo paciencia y rapidez. Los dos mayores errores de la estrategia son: actuar antes de tiempo y dejar pasar la oportunidad.

El Guerrero de La Luz y Sus Contradicciones (II)

Texto original de Paulo Coelho.

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Para evitar esto, el guerrero trata cada situación como si fuese única, y no aplica fórmulas, recetas u opiniones de ajenas.
El califa Moauiyat preguntó a Omar Ben Al-Aas cuál era el secreto de su gran habilidad política <<nunca me metí en ningún asunto sin haber estudiado previamente la retirada; por otra parte, nunca entré y quise salir corriendo enseguida>> fue la respuesta.

Paz y Actividad
En el intervalo del combate, el guerrero descansa. Muchas veces pasa días sin hacer nada, pues su corazón así se lo exige. Pero su intuición permanece aleta, No comete el pecado capital de la pereza, porque sabe adónde lo puede conducir: a la floja sensación de las tardes de domingo, donde pasa el tiempo y nada más.
Un guerrero descansa y ríe. Pero siempre estará atento.

Un ángel y Un Demonio
Un guerrero sabe que un ángel y un demonio se disputan la mano que sostiene la espada.
Dice el demonio: <<Vas a flaquear. No sabes cuándo. Tienes miedo>>.
Dice el ángel: <<Vas a flaquear. No sabes cuándo. Tienes miedo>>.
El guerrero se sorprende los dos han dicho lo mismo.
Entonces, continúa el demonio: <<Deja que te ayude>>.
Y dice el ángel: <<Yo te ayudo>>.
En ese momento, el guerrero percibe la diferencia. Las palabras son las mismas pero los aliados diferentes.
Entonces dedica su victoria a Dios. Y, con la confianza de los valientes, coge la mano de su ángel.

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Deseo rozar tus labios... ¿Me dejarás?

Van... Vienen...

Ha pasado mucho tiempo desde la primera vez que nos vimos, tanto que ya aquellos momentos están difusos en mi mente. Durante un tiempo, estuvimos juntos, quizás sin quererlo nos fuimos uniendo, o tal vez sólo nos seguimos viendo, sin más...

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Luego nos separamos, pero ambos sabíamos que nos volveríamos a ver, quizás no pronto, quizás tardaríamos, pero seguiríamos viendonos. Y así fue, pasó un tiempo, y nos vimos, todo era como antes, parecía que no había pasado el tiempo...

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Pero este reencuentro fue distinto, nos veíamos bastante menos, pero teníamos más relación, que era bueno, pero si pudiéramos haber pasado más tiempo juntos no hubiese sido tan triste. Por mi parte, hubo relaciones por otros sitios, pero siempre estabas en mi mente, quería estar a tu lado, pero ya era tarde...

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Era tarde para poder estar allí, al menos era tarde para mí, para tí quizás no. Al final el tiempo pasó, y cuando por fin creí que estábamos unidos, nos tuvimos que separar, cuando al fin, éramos lo que siempre soñé, nos dijimos un Adiós, que nunca pronunció ninguna de nuestras voces...

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Ese adiós que nunca nombramos, ese adiós, que quise con todas mis fuerzas que fuera un Hasta Luego, que nunca fue por causas de mis errores. No podía flaquear, tenía que ser fuerte, y soñar con volver a vernos, y quizás ponder ser lo que fuimos antes de separarnos... ¿Por qué no? Esta vez no voy a pensar en que no nos volveremos a ver, sino en que nos veremos sea donde sea y cuando sea...

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Pero aunque duela, aunque pese, ahora tengo que luchar por no perder a quien tengo ahora, porque no vuelva a pasar lo que me está pasando. Espero que alguna vez vuelva a estar contigo, y podamos recordar todos esos momentos. Y como dicen las despedidas siempre son duras, por eso no quiero más, así que esta vez no me despediré, y no lo haré más, porque no os pienso olvidar...

-A todos mis compañeros de la universidad-

-OS DESEO MUCHA SUERTE EN TODO-

Os echaré de menos, hasta siempre.

Con Un Cuerpo...

Era tarde, yo paseaba sólo por la calle, sin saber muy bien a donde ir, pero de repente, sin saber como me quedé paralizado, una mirada, un cuerpo... sin saber porqué una leve sonrisa se dibujó en mi cara,. Y antes de poder reaccionar había desaparecido de mi lado.

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Triste regresé, sabía que no volvería a ver ese cuerpo que tanto me impactó. Pero mucho tiempo desués, cuando de mi memoria estaba casi borrado el recuerdo, apareció, sin saber como volvió a estar enfrente de mí, y cada día que pasaba seguía estando, allí estaba para mí.

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Un día sin saber como, ni porqué decidí hablarle a aquel cuerpo, a aquellos ojos profundos, que cada día me dedicaban la mejor de sus sonrisas... Fue maravilloso, pero se me empezaron a delatar mis intenciones, de rozar la suave piel de los labios del cuerpo, y este tomó la iniciativa...

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Por un golpe del destino, se fue, no nos volvimos a ver en mucho tiempo... creía que sólo había sido una ilusión, un sueño; pero otra vez, sin saber como, cruzamos nuestras miradas, y una sonrisa se despertó en nuestras caras. Sabía que esta vez iba a ser especial, iba a ser la última vez, porque mi orgullo me impedía seguir viviendo ese sueño.

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Mi orgullo me impedía pedir perdón por no haber estado allí, por no haber seguido el rastro de sus duces caricias, y sus ardientes besos... ¿Y ahora qué? ¿Dejo a un lado mi orgullo, y renuncio a todo; o dejo un lado al cuerpo y me quedo sin nada?

Aquella tarde

Esta vez, el chico cogió el bus. Pero antes de cogerlo una joven le preguntó hacia donde se dirigía el bus que estaba saliendo, muy cortés le respondió. Y luego llegó el suyo, esa joven se subió con él, justo detrás.

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Por el camino, la joven le prenguntó que de donde era, y resultó que eran del mismo lugar. Luego le dijo que ya lo había visto antes, que su cara le sonaba. Pero a él la de ella, no. Siguieron hablando, hablando, ella le preguntaba a que se dedicaba y él también. Resultó que la joven era de otro país, y estaba aquí por falta de trabajo allí.

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Siguieron hablando durante todo el trayecto, ella más que él, pero bueno. Al final llegó la parada del chico que no se bajó en ella porque la chica le dijo que se bajaran juntos. Cuando se bajaron, ella siguió contándole cosas sobre su vida. Le dijo que tenía un bebé, que el padre se había quedado en el otro país, y la abandonó cuando el hijo tenía unos pocos meses, ese fue otro motivo para que se viniera a este país.

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Ella también se preguntaba si tenía muchos amigos, y ese estilo de cosas. Ahora había otro camino que el chico solía usar para volver, le dijo a la chica que lo iba a tomar pero ella le dijo que lo siguiera acompañando. Él aceptó, poco a poco se iban acercando a la casa de ella. También comentaron sobre sus nombres, a ella le gustaba mucho el de él, pero el suyo no. Mientras que a él le pasaba al contrario.

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Poco a poco llegaron a la casa de ella, ella le comentó que si podrían quedar otra vez para tomar un café o algo. Para hablar un poco, y tal vez conocerse más. Luego se despidieron con un par de besos, pero un poco escondidos resguardados de la mirada del hijo de ella, porque estaba asomado al valcón.

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Según tú, este chico fue "engrupido" o "chantado". Si no sabes lo que significa, busca en "Te Ví Pasar" la explicación de Cla.