Dejé vencer mi alma, y por fin viviré en paz... En este Dulce Rincón, con esta Pena Vencida. Adiós La Dulce Pena. Adiós El Rincón de Los Vencidos. Todo tiene un principio, un fin y un motivo por el que existir: Este Rincón ya encontró el suyo, ahora es hora de delegar en La Piel de Una Promesa.
La Piel de Una Promesa

Rincón Olvidado

19 enero 2010

4 Vencidos


Ante todo que esta entrada sea publicada bajo La Dulce Pena no significa nada más que la melancolía y la tristeza inundan mi vida en estos momentos, mas junto a ellas un rayo de incertidumbre ilumina mi futuro. Hacía mucho tiempo, diez meses exactos, que creí muerto a LDP. Creí enterrarlo en ese Jardín del Olvido juntos a tantos "y si". Pero tal vez nunca fue así, o quizás haya sido que ha renacido con el nuevo año. No obstante, este nuevo resurgir no quiere decir que vuelva a las letras en este Rincón -ni siquiera quiere decir que lo haga en Piel Promesa-, aunque mentiría si dijese que no lo he pensado, pero por suerte quiero creer que este sentir será pasajero como una lágrima que recorre tu cara hasta que poco a poco va desapareciendo en ella: todo pasa en segundos.



Estas palabras que escribo hoy no son fruto de la improvisación, al contrario, han sido muy medidas y estudiadas en mi cabeza, sin embargo algo aún más medidas que las palabras ha sido este sentimiento, ¿o debería decir amalgama de sentimientos? A finales del 2009 ocurrieron muchas cosas que de una forma u otra cambiaron mi vida: cumplí algunos sueños, conseguí reencontrarme con viejos amigos, y crear algunos nuevos que siempre perdudarán. Y, por otro lado, descubrí que por muy poco que te esperes de alguien, por muy bajas que sean tus expectativas respecto a ella, siempre te podrá defraudar. Sin embargo, el 2010 llegó de forma muy similar a como se fue su hermano menor: levantando sonrisas gracias a un sueño cumplido de este viejo loco al que muy poca gente entiende, pero supongo que esa es la magia de La Dulce Pena: "su cabeza viaja por mundos que tú, ni siquiera, te atreves a imaginar".

A pesar de todo lo lejano que puedan parecer estos mundos para algunas personas, amigos que se preocupan, no lo han estado tanto. Y es que, a veces, quién menos imaginas, quién si te tocara apostar sería la última persona por la que lo harías, va y lo hace. Y cuando vuelves a cruzar miradas con ella te dice: "He leído Perdido". Y tú, sólo puedes sonreír y pensar: "Perdido... perdido me has dejado a mí". Más de un año y medio con la novela publicada, publicitándola entre tus compañeros y alguien a quién jamás le has dicho que escribes, que tienes un blog, ni nada... investiga sobre ti, sin que se lo pidas, la encuentra y la lee. Pero no sólo eso, sino que recorre aquel Rincón Olvidado en busca de más letras para muchos, pero para ella y para ti algo más que eso, son trozos de alma de un soñador. Por eso, a esas personas que se preocupan no puedes más que regalarle parte de tu alma, porque ellas lo han hecho contigo.

Esas personas, esos amigos de verdad, son los que merecen la pena conservar por siempre. Mientras piensas eso a tu cabeza vienen dos frases que alguna vez oíste. La primera no recuerdas a quién, pero decía algo como que "la verdadera amistad se forja con el paso del tiempo", y entonces te entristeces, eso es lo que no tienes: tiempo. La segunda frase la escribió no hace mucho una amiga para ti: "a veces hace falta vencer la reticencia de abrirse a los demás, porque tal vez haya mucho por ganar". Y entonces piensas que eso es lo que te sobra: vergüenza, miedo... Pero es en esos momentos cuando ves que o lo haces o lo pierdes todo: pierdes la posibilidad de conseguir una amistad, de conseguir entrar en el alma de alguien como ese alguien entró en la tuya. Pero claro, no todo es tan fácil como proponérselo, tienes que llevarlo a cabo y es ahí dónde vuelves a flaquear. La vergüenza del cara a cara te aterra, jamás has sido muy hablador en esas situaciones, pero ahora has de serlo y tampoco puedes. Recurres a lo que has recurrido otras tantas veces: internet, tras una pantalla te es más fácil. La pantalla es el espejo por el cual puedes abrir tu alma sin miedo.

Pero cada día que pasa el miedo se hace más fuerte. Desde que empezó a leer en mi alma, sabía que todo esto tendría fecha de caducidad. Vuelvo a pensar que mi alma está destinada a encontrar a muchas personas que en algún momento me ayudan, y por ello he de darles las gracias a todas ellas, pero también, saber que tarde o temprano se alejarán de mi lado, sin que ninguno de los dos podamos evitarlo. Por eso, a cada segundo que pasa me gustaría dejar de lado internet y fortalecer nuestra amistad a base de miradas, de palabras, y de abrazos, esos que "pueden cambiar el destino de un alma". Sin importar lo que piense la gente, sin anteponer el miedo a hablar de mis sueños, de mis problemas contigo. Tú marcharás muy pronto, y yo seguiré aquí, acompañado sí, pero sin esa mano amiga que sé necesitaré. Estaremos en contacto a través de la red, pero por ahí sólo podré volver a soñar sin contarte los sueños cara a cara, sin darte las gracias por tu amistad.

El año que viene, tal vez sea yo el que deje mi país atrás y pruebe la experiencia Erasmus. Con suerte, si apruebo, tal vez consiga volver a tu lado. Y seguir fortificando los pilares de esta amistad. Sería otro sueño cumplido, poder viajar más allá de mi país, conocer otros mundos y vivir nuevas experiencias. Un gran sueño que podría durar dos cuatrimestres universitarios. Si todo saliese bien me ocuparía desde este verano hasta principios del próximo, tal vez sea demasiado tiempo para un alma como la mía, sobre todo porque ello implicaría adelantar, atrasar, o renunciar muchos de los sueños que llevo tanto tiempo persiguiendo, luchando sin luchar, pero sin olvidarlos. Entre esos sueños están tres principalmente:

-Hacer el Camino de Santiago, desde mucho antes de que comenzara La Dulce Pena, sabía que quería hacer el camino en el 2010, el próximo año xacobeo después del 2001. Es más, el Camino siempre ha estado presente de una forma u otra en muchos de mis textos. Por ejemplo, en El Rincón de Los Vencidos, el protagonista hará el Camino de Santiago. Sin embargo, si yo me voy de Erasmus en el curso 2010-2011 tendré que dejar de lado por un tiempo este sueño.
-Publicar El Rincón de Los Vencidos. Irme fuera de España significaría que no puedo atender como es debido la, espero, futura publicación de mi primera novela. Es estando aquí y me cuesta sacar tiempo para repartir los ejemplares de Un Sueño Cumplido entre mis amigos más cercanos, no quiero ni imaginar lo que sería estando fuera del país. Por esta novela llevo luchando casi desde que empezó este blog, el día 03 de mayo del 2007 empezó ERDLV, y durante mucho tiempo ha estado olvidada, no lo negaré. Pero ahora ha resurgido con más fuerza gracias a una amiga de verdad, de esas que se paran a leerte el alma, y si le dejas tus letras. Gracias a ella, este sueño a vuelvo con más fuerza, se lo dije: "nunca olvidaré lo que ha hecho por ERDLV". Pensé, que si 2009 fue el año de USC, el 2010 sería el de ERDLV, pero tal vez no lo sea... si me voy, ya no podrá serlo. No tendré tiempo para dedicárselo como me gustaría.

Ambos sueños tendrían que esperar al 2011, o si cometiera una locura, hacerlos antes de irme. Pero eso no es lo que quiero para ellos, llevo mucho tiempo luchando por ellos, y no puedo hacerlos realidad sin pensar y con prisas, ha de ser despacio y con buena letra. El último sueño por lo que llevo tanto tiempo esperando es el que podría tener más fácil de cumplir:
-Conocer a algunas de esas personas que os escondéis tras un nick y la pantalla, digo que éste sería más fácil porque al estar fuera, me sería más fácil viajar para cumplir mi sueño.

Pero todo esto por ahora sólo son quimeras o castillos de arena en el aire. Pero todo ello ha conseguido, por alguna extraña razón que aún no logro entender que La Dulce Pena regrese a mi vida, y por primera vez desde que apareció por primera vez no haya sido levantando viejos errores del pasado. Aunque, toda esta ventisca de confusión e inquietud han arañado un poco la tierra de El Jardín del Olvido que cubría aquel cofre, porque sabe que "no pude olvidar los recuerdos del pasado si aún no ha aprendido su lección", pero aún no ha llegado el momento de ser capaz de aprender la lección a enseñar...