Dejé vencer mi alma, y por fin viviré en paz... En este Dulce Rincón, con esta Pena Vencida. Adiós La Dulce Pena. Adiós El Rincón de Los Vencidos. Todo tiene un principio, un fin y un motivo por el que existir: Este Rincón ya encontró el suyo, ahora es hora de delegar en La Piel de Una Promesa.
La Piel de Una Promesa

Sufí: El Jardín del Olvido

28 enero 2009

8 Vencidos


Erase una vez un joven de unos veinte años, tenía una vida agradable, sin demasiados sobresaltos, sin demasiadas presiones, tan sólo, seguir cada día con sus estudios, y, algún día alcanzar sus sueños. Esos que tanto ansiaba, y que le gustaba pensar que luchaba a su manera por ellos. Pero, en realidad no luchaba demasiado, aunque tampoco los dejó nunca abandonados a su encanto. Esto es una historia muy larga que otro día será contada…

La que nos importa hoy, es la relacionada con su forma de ser, con su actitud. Este joven era un poco, bastante, vergonzoso. Casi siempre actuaba bajo la timidez, acababa actuando como a veces no quería, actuaba eligiendo su propio camino, pero no el que más deseaba, sólo el que su cobardía le permitía.

Por ello, aquel joven, siempre pensó que cometió muchos errores, o quizás fueron aciertos, sólo Allah lo sabía. Él estaba empeñado en verlos como errores. Y simplemente, se cegaba en aquellos momentos de su vida, pensaba, recapacitaba, recordaba, imaginaba, suponía… Todo, hacía de todo, pero en pasado.

Sin embargo, a pesar de todo, él sabía muy bien que todos aquellos recuerdos, aquellas sendas jamás recorridas le estaban haciendo daño, y debía olvidarlas. “Si no puedes volver a retomarlas es mejor buscar tu nuevo camino” pensaba una y otra vez. Así que decidió actuar de una vez por todas. Si quería vivir era la única solución, si quería dejar de existir tendría que hacerlo; tan sólo debía Olvidar.

Metió todos aquellos recuerdos, todas aquellas bifurcaciones de caminos, en una pequeña caja, y la abandonó en una pequeña esquina de su jardín personal, El Jardín del Olvido. Allí, permanecería la caja. Sin abrirse. Sin inmutarse, olvidándose en sí misma, olvidando todos aquellos cruces que ya jamás podrá retomar. Si no podía volver a caminar por aquellas sendas, no merecía la pena seguir recordándolas. Enterró la caja tan profunda como pudo, asegurándose de que nadie lo viera, para así,

Quizás algún día esos recuerdos del pasado, aquellas sombras le enseñarían algo, pero, para eso aún parecía quedar mucho, al menos hasta que fuese tan fuerte de espíritu como para desenterrar la caja y dejar allí aquellos viejos fantasmas. De esa forma sólo se quedaría con lo que pudiera aprender. Por eso esa cajita, permanecerá allí.

Algún tiempo atrás, también había depositado allí una parecida, pero más débil que está, más fácil de abrir, más fácil para volver a sufrir. Y un día, por la noche, cuando los fantasmas son más fuertes fue y la abrió… No le sirvió de nada, pero esta vez será distinto. La dejará hasta que sólo quede allí todo lo que pueda aprender sin fantasmas, sin “Y si”.

Sí… cómo os habéis imaginado, ese joven era, y es: La Dulce Pena.

Hoy Quiero Creer, Otra Vez

26 enero 2009

11 Vencidos



Esta noche ha sido especial, mis sueños siempre me han acompañado, pero, esta vez, han sido más reales, más inesperados, desconcertantes. Jamás pude imaginar que esto llegara a pasar, jamás pensé que soñando sabría que estaba soñando.

He soñado contigo, un sueño de amor, de nuestro amor. Pero, siempre un sueño, que a pesar de saber que al despertar no estarías a mi lado, para amarme no hubo gestos de desesperación en mi rostro, no hubo gestos de dolor, nada pudo mermar tu recuerdo. Sólo una leve sonrisa, esa que tanto deseo que alcances a ver algún día. Sonreía, por saber que, al menos en mis sueños te puedo besar.

Por lo menos en mis sueños puedo ver tu rostro, puedo sentir tu piel rozar la mía, puedo sentirte mía. Allí somos un sólo ser, pero siempre sabiendo que cuando abra los ojos, no estarás. Sabiendo, que ni siquiera eres un espejismo, tan sólo un simple sueño. Sabiendo, que al cerrarlos, allí estarás esperandome, con esa mirada angelical..

Hoy quiero creer que quizás algún día tú y yo dejemos de ser dos almas separadas; quizás, lejos de los sueños, nuestras caminos confluyan en en uno sólo, y no te alejes más de mi... Quiero creeer, que si te alejaras, el olor de tu piel me marcará el camino para estar siempre a tu lado, para seguirte más allá de los recuerdos.

Hoy quiero creer, que algún día podré estar a tu lado, que algún día podré mirarte a los ojos, y no sea una ilusión, saber que podré acariciarte sin miedo, entender, que jamás desaparecerás al abrir los ojos. Pero, más allá de simples deseos, quiero creer, con todas mis fuerzas, que existes, que estás en alguna parte de este mísero mundo. Que puedo encontrarte lejos de mis sueños, y que tú, también estás buscandome lejos de tus sueños...


Aún sin saber de ti, aún sin ver tu rostro, aún sin soñar contigo.
Aún hoy te echo de menos, aún hoy me duele el alma de amarte.
Y aún hoy quiero creer que tú me amas lejos de los sueños.

La Muerte Se Aleja

19 enero 2009

15 Vencidos

Ante todo quería agradeceros cómo os merecéis todas las palabras de apoyo que habéis dejado en el anterior post. Gracias, con vosotros este dolor es más leve.

Después, daros una buena noticia a todos, pues visto vuestro apoyo sé que será buena para todos. Mi familiar de la anterior entrada, ha vuelto a ir al médico. Y le ha dado muy buenas noticias, tiene las defensas y las plaquetas bastante altas, SE LE PUEDE REALIZAR UN TRANSPLANTE, sin los riesgos de antes. Todo puede salir bien.

La muerte no está tan cerca, y eso es un alivio para todos nosotros, para toda su familia, para él, pues a pesar de no saber que pasaría, estaba bastante mal, quizás el motivo fuese un tratamiento demasiado fuerte, aún no he podido hablar con él, ni con su padre, lo que sé me lo ha dicho mi madre, pero, es bastante, saber que está mejor.

Ahora mismo no sé que más deciros, sólo quería daros esta gran noticia en cuanto he podido.

Cancer, Maldito Seas

07 enero 2009

11 Vencidos

La relación que hubo entre los dos nunca fue más allá de lo estricto, de lo familiar, pero, tampoco fue mala. En mis recuerdos, y espero que en los tuyos también, aún quedan aquellos días, aquellas noches en aquella piscina seca jugando al tenis, en aquella era jugando al fútbol, sí, allí, dónde entre todos me disteis con el balón en la cara porque yo no quería jugar con vosotros, ya que me daba mucha fatiga al ser muy malo.

Aquellos días cuando nos perdíamos por el campo, cuando te miraba y veía al hombre que quería ser, tú, tu hermano y nuestro primo, erais mis modelos a seguir en la vida, pero, nunca os seguí, siempre fuisteis mis guías sin saberlo, nunca os lo dije, y nunca lo sabréis. Contigo quizás estuviese menos tiempo que con ellos, eras mayor, eres mayor, pero no importa, supiste guiarnos mejor.

¿Recuerdas aquel día que sacamos el tronillo por tu campo? ¿Recuerdas que dijiste que le pidiéramos al testigo de Jehová que ellos seguro que nos darían dinero? Yo sí, y aún sonrío, y sonrío más porque no nos dio. Desde aquellos días hasta hoy ha pasado mucho tiempo, tal vez catorce o quince años, en ese tiempo nos hemos visto pocas veces. Cómo se suele decir las justas, incluso podría contarlas con la mano.

Aquella vez que te golpeaste los testículos, y te visité con la abuela, que ya no está, y también nos vimos cuando ella falleció, juntos llevamos su ataúd, a pesar de tu estar malo. A pesar de tu enfermedad, quisiste colaborar a llevarla, sabes, ese día lloré de dolor, y de emoción. El dolor por perderla a ella, y la emoción por ver tu superación, por saberte ahí y que estabas bien. También estuvimos muy juntos aquella mañana, en mi cuarto, preguntándome sobre la vida, y yo, sin atreverme a preguntar por la tuya, por si removía alguna herida.

Siempre que nos vimos, lo hicimos en momentos familiares. Pero, tu padre, y tu hijo, casi todas las semanas iban a mi casa a ver a nuestra abuela, y, siempre le preguntaba por ti, por suerte, ibas bien, ibas mejorando y la enfermedad remitiendo. Hubo momentos difíciles en ella, en los que me hubiera gustado ayudar, darlo todo, dar lo que necesitabas, pero, no pude. Sin embargo, a pesar de lo que te dijeran y te doliera, ahí estuvo la familia. Ahí estuvimos contigo. Siempre apoyándote.

Ahora, esta maldita noche, esta maldita navidad, este maldito año, esta maldita entrada de año, siempre estará en mi memoria cómo el día que me dieron esta maldita mala noticia. Estabas en el hospital y te han dejado salir, tú no sabes lo que pasará, sólo algunos de nosotros, tú vivirás en la ignorancia hasta tu último día, pero, serás más feliz que los que sabemos que todo acabará cualquier día. Por eso, me gustaría verte, me gustaría estar a tu lado, pero tengo miedo, tengo miedo de ser débil, de que leas en mis ojos, de que dudes y sepas la verdad.

No quiero ser yo quién te dé la noticia, no quiero que te la dé nadie. Quiero que vivas en la ignorancia pero feliz. Yo necesitaba desahogarme, necesitaba llorar en soledad sin que nadie lo supiera, por eso escribí esto en el cuarto, porque sé que nunca lo leerás, y nadie escuchará mis llantos. No te olvidaré jamás, eso tenlo por seguro… Esta vez, más que nunca puedo decir, “por aquí todos estamos bien, luchamos por seguir como aprendimos de ti

No Podré Jamás

05 enero 2009

6 Vencidos

No podré olvidar los fantasmas del pasado, si ellos aparecen en mis sueños.

No podré dejarlos atrás si allí me piden que acabe lo empezado.

No podré vencerlos si desisto un sólo segundo,
no pararé hasta llegar al final.