Dejé vencer mi alma, y por fin viviré en paz... En este Dulce Rincón, con esta Pena Vencida. Adiós La Dulce Pena. Adiós El Rincón de Los Vencidos. Todo tiene un principio, un fin y un motivo por el que existir: Este Rincón ya encontró el suyo, ahora es hora de delegar en La Piel de Una Promesa.
La Piel de Una Promesa

El Callejón

10 marzo 2008

Aún recuerdo aquellos días cuando en mi niñez la noche me sorprendía jugando al te pillé..., jugando a fútbol, al cuva, al escondite, y de más pequeño, con cuatro o cinco años, al tocaculos (que no necesita mucha explicación), unos juegos tontos, simples, pero que hacían que pasara las tardes jugando en "mi callejón" con mis amigos, más contento que nunca.

Aquellos años, si tuvieramos que trazar una linea de tiempo, difusa, pues abarcarían desde los 4 hasta los 12 o 13, cuando ya tocaba estudiar más, y no bajaba mucho, tan sólo esporádicamente, pero aún en la ESO (16-17 años), siempre que podía bajaba a hechar un par de tiros a la portería, que era la puerta de un almacén... Aquellos años de infancia, fueron los mejores de mi vida, sin preocupaciones, sin problemas, tan sólo intentar mejorar un poco en fútbol, que siempre fuí, y me temo que seré, bastante medicore.

Y, amén de todos esos juegos en el callejón, como olvidar los clips de playmobil... el castillo pirata, y todos los de Borja y Chema... aquellas tardes "perdidas", imaginando situaciones ficticias con los clips. Imaginando que el clip se casaba, que construía una casa, etc, etc, una imaginación sin límites... podía hacer de todo... no había nada imposible para un clip... Y si llegábamos a cansarnos de ellos, antes de las nueve de la noche (y esto hablo de cuando éramos bastante grandes), bajábamos a jugar a fútbol.

Algunas veces, si nos cansábamos de jugar, nos sentábamos en los escalones de la Merchi (ahora han desaparecido por una reforma), recuerdo como una vez que estábamos sentados Chema y yo, cogí un trozo de cartón, y lo tiré hacia la carretera, con tan mala suerte (o buena) que en ese momento pasaba un motorista sin casco, y el papel, literalmente, le peinó la raya en medio de la cabeza... Otras veces, vimos como motoristas chocaban con coches, y una vez, el coche con el que chocó era un policía de paisano, y se lo llevó a la comisaría por vacilar...

A la vez, recuerdo los primeros amores de juventud, de infancia... aquellos amores que nunca fueron correspondidos, pero como el tiempo es sabio, cambiaron muchas cosas a lo largo del tiempo, pero, tampoco fueron correspondidos... pero siempre se quedaron en el recuerdo, y siempre estarán, como el primer amor... ¿no?

2 Vencidos:

Carlota dijo...

Hijo, estaría bueno que no lo recordases, si casi fue ayer...:)...los recuerdo yo, que fueron antes de ayer...;). Que digo yo que lo del tocaculos sería a las niñas, no? me parto...

Josemy dijo...

Sí, hija sí, el tocaculos era a las niñas... jajajajaj... en especial a una.. jeje

Bss, yo es que tengo mu mala memoria...