Cualquiera podría ser... o dejar de ser

No ha ocurrido en nuestro país, pero no hay fronteras para un hecho deleznable como el que sucedió el pasado 11 de agosto en Lancashire, Inglaterra. Lo publicaron nuestros colegas de la Kerrang! inglesa y la historia nos ha estremecido. Podría ser cualquier amigo, amiga, cualquier lector o lectora, cualquiera de esta redacción, alguien que conociste en la primera fila de un concierto o esperando cola para comprar una entrada, alguien con quien hablabas de música, compartías gustos, esperanzas y amor por esta música, bien podría ser tu novio o novia, hermano, primo o tú mismo.

Sophia Lancaster, de 20 años, paseaba con su novio, Robert Maltby, de 21, por un parque de su barrio frecuentado por skaters cuando la pareja fue asaltada y brutalmente apaleada por una banda callejera. ¿Los motivos? Ninguno. Quizás disfrutar del rock gótico, llevar ropas oscuras y tener piercings. Los padres de la pareja han comentado que eran atacados e insultados con frecuencia por su apariencia oscura y sus piercings.

Tras el ataque, Sophia entró en estado de coma. Fueron sus padres quienes, después de recibir el parte médico donde se establecía que no habría posibilidad de recuperación, decidieron el 23 de agosto retirar la máquina que mantenía a Sophia con un hilo de vida.
Sus padres declararon: “Era divertida, agradable, simpática y valiente. Estamos orgullosos de ella. Era hermosa y tenía una gran conciencia social y valores, lo que la hacían una persona encantadora”.

Pronto se sucedieron los homenajes y tributos en el lugar del ataque, con ramos de flores y mensajes: “Esperamos que los perpetradores tengan lo que se merecen” (…) “Nos sentimos destrozados por este ataque atroz de dos personas inocentes que estaban disfrutando de un paseo por el parque”. Cinco adolescentes de entre 15 y 17 años han sido detenidos por esta brutal paliza.

Una vez más nuestra dignidad se ve ultrajada, una estética que no nace de la moda, sino del sentimiento. El de Sophia fue un asesinato que jamás debería haber ocurrido. Ha habido miles de tristes asesinatos en la historia de la humanidad por intereses económicos o guerras, por ajustes de cuentas, por celos, por invasiones, por diferencias culturales e ideológicas, pero sólo nuestra música, el Rock, es atacada con tanta impunidad y frialdad. ¿Atacan a alguien por escuchar jazz, electrónica o flamenco? ¿Qué tiene el rock para sufrir este tipo de acciones con tanta asiduidad?. Sin embargo, el sentimiento de libertad sigue estando por encima de la represión, y aquí seguimos.

Otros, tristemente, dejaron de ser.

Descanse en paz.

Es triste dar esta noticia, pero en un blog como este, no he podido evitarlo. No conocía a la chica, ningún vínculo nos unía, pero al leer esa notica en MariscalRock no he podido dejar de ponerlo aquí. Que descanse en paz donde quiera que esté... RIP